PROPUESTA PERIODISMO DE PAZ
Los medios de comunicación tienen un rol de relevante importancia en la modelación del discurso social y la opinión pública: proponen modelos sociales de pensar y de comportamiento.
La cobertura mediática tiene una incidencia directa en la evolución del conflicto dado que existen intereses económicos y políticos en juego. Pueden propagar mensajes de intolerancia y desinformación así como ser un instrumento en la transformación y resolución de los conflictos, la construcción de la paz y el desarrollo de la democracia.
De ahí, la enorme responsabilidad de informar desde un lugar lo más objetivo posible dentro de los lineamientos y subjetividad editorial del medio comunicador. Por lo tanto, es importante ofrecer una cobertura mediática equilibrada y justa, donde se analice el conflicto y se busque nuevas voces e ideas. Historias que tiendan puentes, ofrezcan soluciones alternativas y generen respuestas no violentas a los conflictos; convirtiéndose, de esta forma, en constructores de la paz.
Para ello, se debe evitar enmarcar los conflictos en una dinámica de dos partes donde una de ellas gana y la otra pierde. Más bien, ir más allá de esa supuesta dualidad de las partes en conflicto y resaltar el lugar de los actores secundarios y sus objetivos.
En este caso, no se trata de caer en la trampa de “uno” es el bueno y el “otro” es el malo, perverso o peligroso que causa dolor y sufrimiento. Por lo tanto el comunicador debe de distanciarse de la utilización de “adjetivos como vicioso, cruel, brutal o barbárico; estos adjetivos siempre describen el punto de vista de una sola parte en conflicto”. No se trata de victimas y victimarios, sino de partes que están afrontando una situación de violencia, en muchos casos, física, emocional y cultural.
Es recomendable alejar el foco de los actos visiblemente violentos y dirigir la mirada hacia los efectos invisibles a largo plazo: daños psicológicos y traumas, resentimientos y venganzas que consecuentemente exacerba la violencia, produce más actos violentos.
Elaborar las secuelas del conflicto en la cotidianeidad de los ciudadanos, tanto en los de un lado como en el otro. Al fin de cuentas, ambas partes tienen diferencias pero también comparten convergencias; convergencias en las cuales debe de explayarse el mediador y el comunicador, evitando, así, ahondar en las acusaciones y actos de culpabilidad.
Para ofrecer una información lo más justa y equilibrada es necesario evitar centrarse en los abusos a los derechos humanos departe solamente de uno de los actores involucrados en el conflicto; más bien, tratar de tener una visión imparcial del desarrollo del conflicto. Para obtener una información objetiva el comunicador debe recurrir a la técnica de indagación.
Parafraseando a Cooperrider y Whitney, , «indagar es explorar y descubrir, abrir, ver nuevas potencialidades y posibilidades. Leer algo que va más allá de nuestros ojos. La indagación apreciativa es una técnica comunicativa muy útil para la prevención y resolución positiva de conflictos donde se enfatiza en el reconocimiento y valoración: reconoce lo mejor en las personas y del entorno».